viernes, 14 de marzo de 2014

Capítulo 3: Descubriendo



Elvira: Desde luego la casa tiene una arquitectura bastante original...
-Nervioso: Es realmente inquietante. ¿Es una casa o un observatorio científico?
-Vamos a descubrirlo ahora mismo. ¿Habrá alguien en casa?

-Elvira llama a la puerta-
¿Hola? ¿Hay alguien ahí?
-Abren la puerta-
¿Quienes sois? Si sois los de esa protectora de animales ya os dije que no volvería a clonar más llamas. ¡Dejadme en paz!
-¡¿Clonación de llamas!? Elvira, ¡vámonos!
-No, espera Nervioso. Hmmm.. ¡no! ¡no se preocupe! No somos de ninguna protectora de animales. Me llamo Elvira, y mi amigo Nervioso. Tengo un problema y me han dicho que puedes ayudarme.
-Hmmm bueno, a mi me gusta ayudar a gente. Sobre todo si son chicas bellas en apuros con... amigos realmente raros.
-¡Eh! ¡No soy raro! Soy un chico con una personalidad llamativa.
-...lo que sea, pasad, contadme y veré que puedo hacer. 

-¡Quedaos en esta habitación! No os mováis. Tengo que arreglar unos asuntos antes. ¡No os mováis!
-Vale, vale. Entendido. Habías dicho que no nos movamos, ¿verdad? 
-Sí. Exacto. Esperad aquí. Sentaos.



-E-e-elvira... ¿estás viendo l-lo mismo que yo o estoy alucinando?
-No, no alucinas... es... ¿que es? 
-¿Es un pájaro? ¿Es un avión? ¡No! ¡Es un bebé verde!
-Vaya, parece que ya conocéis a Experimento 25238B. A todo esto, me llamo Gumersindo. Habéis llegado por los pelos, acabo de levantarme y me iba a ir ahora al laboratorio con mis hermanos. Dime, ¿que querías Elvira?
-Bien. Te resumo. Llevo como una semana aquí atrapada. Me desperté en medio del desierto después de haberme desmayado. Lo último que recuerdo es una luz cegadora en casa de un amigo, y después nada. Aparezco aquí sola de repente.
-Interesante... sigue hablando. Voy a mirar unas cosas mientras para asegurarme de algo.



-Quiero volver a Vista Gentil, que es donde vivo y desde donde supongo que he venido a parar aquí. 
-¡Eureka! 
-¿Cómo? 
-Te dije que nos fuésemos. Este tío no nos hace ni caso, lleva todo el tiempo en el ordenador en la página esa de citas.
-¡Oh! ¡Cómo te atreves! Lo de la página de citas es cierto, pero también estaba mirando mi archivo de movimientos OVNI de esta última semana. ¡Idiota!
-¿Movimientos OVNI? ¿Tiene eso algo de relación con mi historia?
-Desde luego cariño, amorcito, guapísima. 
-...Ew.
-Debo decirte que has sido abducida. 
-¿¿Abducida?? ¡¡¡Gnubb!!
-Pero estás de suerte. Unos amigos científicos y yo estamos trabajando en una máquina del tiempo. 
-Interesante. Pero yo lo que quiero es transportarme de lugar, no de tiempo.
-Ya, pero también consigue eso. ¡Es una máquina realmente molona! Cuando la perfeccionemos podremos hacerte viajar unos segundos más tarde de nuestro espacio tiempo actual, y en vez de programar las cordenadas aquí, las programaremos en Vista Gentil. 
-Oh. ¿En serio? ¡Gnubb mío por fin volveré a casa! ¿Y cuando podremos hacerlo? ¿Mañana?
-¡Jajajajaja! ¡Con suerte en unos años!
-Eso... eso es mucho tiempo... ¿No hay otra forma de volver a casa?
-Siento decirte que no... hermosa dama.
-Vaya... lo siento Elvira... vamos a casa, ¡buscaremos otra forma como sea! ¡Te lo aseguro!
-Vale... muchas gracias Gumersindo. De todas formas mantenme informada de los avances en esa máquina.
-No te preocupes, ¡lo haré! Y... cambiando de tema... ¿Que te parece si tú y yo...?
-¡Ogh ni en broma!


MIENTRAS TANTO EN VISTA GENTIL...


Mina: La desaparición de la hermana de Miguel me ha venido de perlas. Pobre Homero... estoy segura de que si me lo propongo le puedo engatusar y montármelo de miedo en esa pedazo de casa que tiene.
-Nina: Tú siempre con tus planes telenovelescos. ¿Para cuándo vas a buscar un trabajo y vas a empezar a ser una sim normal? Me encantaría salir de compras con mi hermana sin tener que lidiar con tantas conspiraciones absurdas.
-Ay, que pesada eres. Déjame que yo lleve mi vida como quiera. Ni que tú tuvieses la tuya muy encaminada, con el novio ese que tienes, Juan Tenorio. Todo el mundo va diciendo por ahí que cuando Elvira se fue su última parada fue en su casa. 
-¡Cállate! Yo se que Juan no es así. Juan me quiere y se que jamás me engañaría con otra. 
-Ya... claro. En fin, mañana es el cumpleaños de Alejandro, y aún no nos han invitado. Sería una buena idea pasarse por casa de Homero para ver qué podemos conseguir.
-¿Y por que me involucras a mi? ¡A mi déjame en paz! Y tú ocúpate de tu marido, que al final se va a dar cuenta de que no le quieres como sigas pasando tanto tiempo en mi casa. 
-Bah, a Miguel que le den. Llevo días echándole anticongelante en todas sus comidas y ya está empezando a surtir efecto.
-¡¿Cómo!? No me cuentes más. No quiero ni saberlo. ¡Me niego a ser tu cómplice en esto!

-¡Ay vale! Después te quejas diciendo que si estamos muy distanciadas, que para ser hermanas no nos llevamos tan bien como deberíamos, bla, bla, bla.
-¡Pero hay límites! Mira, te acompañaré a ver a Homero para que me dejes en paz de una vez por todas. Pero sólo te digo que como pases los límites tomaré medidas.
-¡Que sí! Ay, eres tan cansina a veces... no se cómo podemos compartir sangre.

EN EL PRÓXIMO EPISODIO...

Hola, Homero. ¡Estás guapísimo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario